EDITORIAL:

Este periódico construye sobre las ruinas del conformismo urbano, y con las ansias de narrar las experiencias vividas en torno a un centro social y cultural para otorgar un nuevo sentido a nuestra agobiante rutina… Contar nuestra experiencia es la necesidad de la publicación que hoy nace. Su pretensión no es llegarle a las “masas” y mucho menos tocar el corazón de pequeños guetos, se dirige a todos aquellos dispuestos a construir una propuesta común. CreAcción en Tinta abre la posibilidad para que emerjan voces silenciadas, cuyo retumbar no cesa, en un mundo predeterminado por la imposición de un Deber-Ser y de un No-Deber-Ser que limita la existencia a los dictámenes de la moral, las leyes y el capital. Lanzamos desde estas páginas un grito de rechazo a lo establecido, para despertar la acción de much@s que como nosotr@s, no nos resignamos a seguir viviendo indignamente y sin libertad. Por esto y por las simples ganas de gritar, publicamos esta CreAcción en Tinta.

ESTA ES NUESTRA CREACCIÓN EN CONSTANTE MUTACIÓN

CreAcción Espacios es un centro social y cultural con diversos mundos políticos, que conspira en torno a la necesidad de construir otras realidades. La idea partió del interés de diferentes personas convencidas e interesadas en promover un lugar de encuentro donde confluyeran y fluyeran diversas experiencias y procesos diferentes al modelo hegemónico de existencia... Frente al deseo de imaginar otros mundos y mundos de otro modo, buscamos crear formas distintas de organización, del hacer político y de los afectos. No nos complace nuestra realidad ni el infértil automatismo, no nos resignamos a la desidia generalizada y sembramos alternativas; excavamos otras realidades, porque la que nos obligan a vivir es voraz e ignominiosa, traidora e implacable, y por esto intentamos no ser cómplices de un crimen advertido. De un crimen ya cometido. Consideramos que este espacio es sólo uno de los caminos para promover formas de existencia solidarias y colectivas, con tres propósitos: la autonomía, la autogestión y el antiautoritarismo.

Por otro lado, la furiosa y constante crítica a la sociedad y a nuestras propias vidas da el sentido y la pretensión de abrir un lugar de articulación de las múltiples posibilidades y potencias de transformación. Actuamos conscientes de reivindicar nuevas formas de existencia individual cotidiana, que se proyectan con fuerza colectiva para chocar y romper con la enajenación social, económica, cultural y política. Sin embargo, no consideramos este esfuerzo como el único faro que alumbra el camino. Nuestra acción no la entendemos como una fórmula excluyente y mesiánica, al contrario, partimos del reconocimiento de los diferentes esfuerzos posibles de transformación de la sociedad y de la persona, por ello nuestra pretensión está ligada a extender puentes para establecer diálogos que dinamicen la acción política colectiva e individual, autónoma, incidente y consecuente. Insistimos en que éste no es un camino exclusivo, es una opción que en la acción ha tenido sus resultados y a veces sus caídas, sus tropiezos y sus falencias… Pero igual, cuando nos caemos y tropezamos nos paramos con más fuerza, con más odio y con más amor para seguir adelante.

La experiencia de estos meses nos ha demostrado la posibilidad de vivir relaciones de otro tipo, menos jerárquicas y menos autoritarias que develan lo gratificante de un cambio en las formas de relación. En el mismo sentido, hemos constatado la fuerza que implica la acción en colectivo, intentando hacer los discursos práctica, y procurando configurar procesos de articulación efectiva con propuestas y proyectos afines.

No sabíamos exactamente cómo canalizar, cómo parir y cómo darle una salida concreta a nuestras inmensas ansias de habilitar un lugar y fusionar toda una diversa gama de acciones y pensamientos que por momentos veíamos estancados e impotentes. Verdaderamente no sabemos si fue el azar el que trajo la noticia de la casa a nuestros oídos, o si quizás fue más bien el rumor y la fuerza de nuestros deseos la que atrajo el azar... El caso es que nos enteramos de la disponibilidad de un gran espacio situado en el centro de la ciudad, y después de varias reuniones, bastante básicas, decidimos lanzarnos a la utópica aventura (hasta el momento) de tomar el espacio. Fue así como finalmente diversos colectivos e individualidades que teníamos una afinidad, tanto política como de amistad, nos juntamos para darle aliento y desembocar en lo que hoy es CreAcción Espacios.

En un principio, el espacio se encontraba bastante deteriorado, así es que nos lanzamos a la ardua, hermosa y divertida tarea de reparar y recuperar el piso: sacar escombros, estucar, lijar, pintar, discutir, pensar, avanzar, destruir, construir y finalmente crear y dar a luz un espacio físico que estaba agonizando y que hoy es nuestro hogar. Fue un mes de actividades durante el cual compartimos y comprendimos que el trabajo desde las trincheras de la solidaridad y las barricadas de la autogestión marcarían la línea constante de nuestro quehacer. En este tiempo también comprendimos y asimilamos de una manera más tangible, que ni los partidos, ni los jefes, ni el servilismo tenían lugar en esta nueva experiencia en constante mutación. Nuestra vivencia nos ha permitido experimentar diferentes maneras de autonomía, tanto desde apuestas individuales como desde una práctica de trabajo conjunto. Entendemos así la autonomía, como cotidianidad y como una política de existencia más que como discurso o argumento teórico.

La idea que nos motivaba al comienzo era crear un centro social en donde los diversos colectivos e individualidades tuvieran un lugar para desarrollar el trabajo que se venía haciendo y continuar sus actividades. Además de varios espacios de reunión se abrió un taller de serigrafía, un pequeño café-bar y un kiosco contra-informativo para poder distribuir nuestro trabajo y el trabajo de otr@s compañer@s empeñados en difundir información bastante ajena a los ideales y lógicas del monopolio de los mass-media y de la hegemonía cultural institucional. Fue en marzo del 2006 que decidimos salir del túnel del silencio y abrir las puertas a una ciudad poco acostumbrada a los espacios gratuitos no institucionales, donde se realizan actividades que intentan ofrecer un tipo de reflexión, diversión y acción distintas y contrarias a las que diariamente nos venden o nos pretenden imponer.

Desde el primer momento encontramos más gente que tenía la misma necesidad, o las mismas ganas, o el mismo interés de construir un espacio como éste en el que seguimos trabajando y al cual seguimos apostando. Así comenzamos a programar cine-foros, tertulias, charlas, recitales, comidas, talleres y también a apoyar las propuestas de distintos colectivos, grupos de trabajo y personas que han llegado a este espacio para compartir y difundir formas de resistencias políticas, vitales, cotidianas y contraculturales que los medios, la sociedad y el mercado hegemónico buscan silenciar.

Por el mismo camino, y motivados por la necesidad de crear puentes de solidaridad con las iniciativas y experiencias que otras comunidades y personas vienen construyendo, decidimos salir también del espacio físico de CreAcción para consolidar trabajos con diferentes grupos y organizaciones que trabajan desde una perspectiva paralela a la nuestra. La experiencia en otras localidades y con otras comunidades ha sido bastante enriquecedora, ya que nuestra pretensión no ha sido hermetizarnos en un gueto, sino más bien tratar de articularnos con distintas formas del movimiento social que permitan fortalecer la lucha cotidiana en la cual todos estamos sumergidos.

Son casi ya 10 meses de una constante actividad en el cual CreAcción ha desarrollado sus propias dinámicas de trabajo y en los cuales el tedio cotidiano y el agobio citadino se han ido desvaneciendo lentamente. Pero también hemos tenido bastantes dificultades y deserciones, descontentos y decepciones; los ánimos no están constantemente en pie de lucha y a veces todo parece desvanecerse en el vaho de la hostil e infame conformidad. Pero nuestro puño sigue en alto y nuestra persistente lucha contra esta absurda realidad no termina aquí; porque seguimos abriendo brecha, porque seguimos sembrando caminos y porque seguimos esparciendo la semilla de la libertad.

Próximamente nuestra segunda entrega...